Salir y Quedarme

 

Puedo irme y volver cuando quiera,

puedo moverme como el agua, el fuego y el viento,

puedo salir y quedarme,

 entrar y doblarme,

estirar y quebrarme,

volver a armarme como quiera, 

como me plazca, como me guste, 

porque soy libre.

No tengo miedo de contar lo que he hecho,

 lo que no hice, lo que hago ahora mismo,

 de escribir lo que pienso, de decir lo que siento,

  libre, 

libre de máscaras, libre de necesitar aparentar,

libre de las formas, libre del caos de necesitar ser alguien importante, 

libre del renombre, libre de los títulos,

 sólo sé que soy libre, y es lo que me importa.

Me preguntaron donde estaba mi éxito, 

y respondí que mi triunfo era haber sobrevivido y vivido ante tantos abismos de muerte,

 mi triunfo es tomarme unos mates y respirar, poder dormir y descansar en paz,

ver crecer a mi hijo,y pagar el alquiler, 

haber podido sola en sus enfermedades,

 en su crianza, en conseguir el techo de mi bebe, 

nuestra comida, su ropa limpia, sus juguetes,

sin familia, sin hermana, sin madre, sin padre, sin tios, sin primas,

sola, solo, solos, y enormes.

Mi victoria es ser feliz intensamente,

 llorar intensamente, vivir intensamente, 

estar en paz intensamente,

 confiar en las voces positivas de los ángeles de luz, que no ciegan,

luchar contra los programas oscuros que había sembrado en mi mente esa presencia oscura,

 ése,

ente femenino, el que me trajo al mundo, 

para comerse a mi niña, y mi adolescente; 

a veces de los demonios, nacen luces de colores, 

y nunca olvides que quién se queda con la entidad

 es la mas enferma...

y pierde la identidad.

Por mi parte,

preferí escapar y correr sin saber adonde ir, 

desnuda y sin mirar el reloj, 

sólo hasta asegurarme que me encontraba bien lejos.

Mi regalo es haber adquirido muchos antídotos,

 tengo una estantería de frascos y goteros,

 una farmacia completa de ellos;

 me deje morder para que mi alma descubriera por sí misma el antitóxico,

 a ciertos prejuicios comunes de moda, 

a ciertas lenguas, a ciertas palabras, a ciertos juicios, 

a ciertos entornos, a ciertas bajezas, a cierta poca vida,

a cierta seguridad inestable, 

a ciertos amiguismos berretas,

como baratijas de plástico en el bazar chino.

Siempre es mejor descubrir las fórmulas por una misma.

No necesito profesionalismos para seguir viviendo, 

porque para eso,

 puedo irme y volver cuando quiera,

puedo moverme como el agua, el fuego y el viento,

puedo salir y quedarme, 

doblarme, estirarme, quebrarme y armarme,

hacerme chiquita, volverme mas grande.

Amarme

en lo que desee, 

porque no soy lo que hago, 

soy la vida de lo que hago.

haga lo que haga,

 anhele, sueñe, antoje, encapriche, y actúe,

 soy libre.

Mi gloria es ser gelatina,

adaptable al contenedor, y esparcida fuera,

en distintos suelos,

 desde el norte hasta el sur, dentro y fuera de la frontera,

durante años, en ningún paquete de vacaciones quincenales.

Las vacaciones no soy suficientes, 

para vivir realmente.

Mi gloria es ser luchadora, y defensora, joder a quienes jodieron,

sostener a quienes sustentaron,

 dibujar el círculo poderoso de sal,

abierto a cada corazón de amor

 cerrado y peligroso ante manipulaciones,

 malas intenciones, patéticas, soberbias, mezquinas,

pobres de alma, esclavas de sí misma, de sus propios egos,

de sus propias fachadas.

Porque soy libre,

mi gloria es salir y quedarme, 

entrar y doblarme,

estirarme, 

quebrarme y armarme, 

como me plazca, como desee.

Amarme.

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Pequeña Bianca